viernes, 22 de mayo de 2009

Creer

Creo en el poder maravilloso de una sonrisa, en su capacidad altamente contagiosa, analgésica, y perdurable, en la capacidad de adherirse al espíritu y permanecer; más allá de eso creo que es posible hiperdimensionarla y hacer llegar sus efectos al punto específico del mundo en donde sean necesarios. Si no la tengo en mis labios por naturaleza, me queda el consuelo de poder generarla si trabajo lo suficiente en ello. Creo que absolutamente todas las cosas que ocurren en nuestra vida están supeditadas al bienestar de todos y a la necesidad de vivirlas por una razón especial, tal vez jamás sabida pero existente. Creo que la intención que tenga en cada cosa que hago impregna lo que toco y a quién toco y lo más probable es que la intención toque más cosas de las que yo pueda siquiera comprender. Creo que la palabra viaja a través de senderos que dan vida a sus riveras y que también destruyen sin piedad si se las deja al albedrío de las emociones, por eso prefiero tratar de escoger muy bien las que salen de mi boca (trato, no necesariamene lo consigo).

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